El aumento de precios, en la mayoría de los casos, demuestra el desabastecimiento de ciertos productos. La falta de trabajadores en ciertos sectores contrabalancea la rápida recuperación de la demanda por parte de los consumidores más dispuestos a viajar, comprar de manera presencial o comprar en restaurantes. Debido a esto, han aumentado los salarios y los precios de restaurantes, pasajes aéreos y habitaciones de hoteles.
Los precios al menudeo en Estados Unidos tuvieron en junio su mayor aumento en 13 años, se deduce que la recuperación económica del país está provocando presiones inflacionarias.
Según lo informado el martes pasado por el Departamento de Trabajo, los precios en junio aumentaron en 0,9% con respecto a mayo y 5,4% con respecto al mismo mes del año anterior, un alza anual que no se había visto desde agosto de 2008.
Si se excluyen las categorías de petróleo y gas, que son más volátiles, la llamada inflación subyacente aumentó 4,5% en el año transcurrido, el mayor incremento desde noviembre de 1991.
El repunte inflacionario, que coincide con la rápida recuperación económica tras la contracción sufrida durante la pandemia, ha suscitado conjeturas de que la Reserva Federal podría cesar antes de lo esperado su política de mantener las tasas de interés casi en cero. Tal medida podría debilitar la economía e impedir una recuperación plena.
Las autoridades del banco central estadounidense han dicho repetidamente la tasa de inflación actual es un fenómeno transitorio provocado por escasez de productos y otros obstáculos temporales característicos de una veloz recuperación económica.
En el pasado mes de junio, el precio promedio de un automóvil usado aumentó en 10,5%, algo jamás visto desde que se comenzaron a llevarse registros en enero de 1953. Ese aumento representó alrededor de un tercio del aumento mensual por tercer mes consecutivo. Las habitaciones de hotel aumentaron en 7% en junio y los vehículos nuevos en 2%, el mayor incremento desde mayo de 1981.
Los precios de los vehículos se han disparado debido a que la falta de circuitos integrados ha obligado a las fábricas a reducir la producción. Los precios en los restaurantes subieron 0,7% en junio y 4,2% en el año transcurrido, indicio de que muchos negocios están aumentando sus precios para compensar el alza de los costos laborales.