Glovo da un paso más para salir a Bolsa. La startup española de reparto a domicilio cuenta ya con la asesoría de Morgan Stanley y de Uría Menéndez para dar los pasos previos para su salto al parqué en 2022. Ni el banco de inversión ni el despacho de abogados tienen en este momento ningún mandato de salida a Bolsa, pero sí trabajan codo con codo con la compañía con ese fin y se prevé que sean los que piloten el proceso el año que viene, según aseguran a CincoDías fuentes financieras. Ambos asesores, al igual que Glovo, declinaron ayer hacer comentarios sobre el tema.
La operación daría lugar al primer gran debut de una tecnológica nacida del ecosistema emprendedor español. La startup, que cerró el pasado abril su última ronda de financiación por 450 millones de euros, disparó su valoración entonces a más de 2.000 millones, según fuentes conocedoras.
Glovo parece haber acelerador su plan de salir a Bolsa (habían dicho que lo harían en dos o tres años) tras impulsar sus cuentas por la pandemia y recortar en un 80% sus pérdidas. La empresa cerró su ejercicio de 2020 con una facturación global de 360 millones de euros (frente a los 128 millones de 2019) y unas pérdidas de 51,4 millones, lejos de los 238,5 millones de un año antes.
Las cuentas reflejan la venta de su negocio latinoamericano en septiembre de 2020 por 230 millones. Los directivos de la compañía sostienen que Glovo ha mejorado mucho sus márgenes operativos y que ya ha sido rentable operacionalmente en la mayor parte de sus mercados, generando un margen operativo global positivo desde mediados de 2020.
Accionistas
La compañía tiene como primer accionista a uno de sus principales competidores, la empresa alemana Delivery Hero, que controla el 47% del capital (según las cuentas del Registro Mercantil) tras la última ronda de financiación, la mayor de una startup española, en la que también entraron los fondos estadounidenses Luxor Capital (accionista significativo de Delivery Hero) y Lugard Road Capital.
El resto del accionariado está atomizado entre una pléyade de inversores que han participado en sus sucesivas rondas de financiación. Entre ellos los dos fondos citados, GP Bullhound, Drake Enterprise (propietario de la cadena de pizzerías Papa John’s), Korelya, Pernod Ricard y Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi.
Una salida a Bolsa permitiría, por un lado, asentar un núcleo duro de accionistas en torno al grupo alemán, con el que los fundadores y algunos accionistas de Glovo han mantenido ciertas tensiones ante las maniobras de este para tomar el control de la startup española. También permitiría a los primeros fondos de venture capital que apostaron por Glovo vender sus acciones y recoger unas multimillonarias plusvalías. Entre estos destaca Seaya Ventures, el fondo comandado por Betariz González, que es consejera de Glovo. Y, al mismo tiempo, facilitaría el crecimiento de la compañía al darle acceso a nuevas fuentes de financiación, toda vez que se complica el cierre de rondas de financiación superiores a las que ya ha realizado.
El equipo directivo y sus asesores sopesan si realizar de forma simultánea una venta de acciones y una ampliación de capital para debutar en Bolsa. No está decidido el parqué en el que empezarán a cotizar. E incluso se mantiene la puerta abierta a fusionarse con una SPAC, como está realizando Wallbox en EE UU, una empresa con varios accionistas en común con Glovo.
“Tendríamos que tener el tema regulatorio resuelto para salir en España. A los fundadores les haría mucha ilusión cotizar aquí. Tanto Óscar como Sacha están súper orgullosos de lo que han conseguido, manteniendo sus empresas en España y no como otras que tienen algún fundador español pero se han ido a EE UU”, indican fuentes financieras.
Estas fuentes se refieren al conflicto laboral que sigue presionando a Glovo tras la entrada en vigor de la Ley de riders. Aunque la compañía anunció la contratación directa de 2.000 repartidores, sigue apostando por una estructura de autónomos, aunque con un modelo operativo, que asegura, “cumple” los criterios que establece la normativa y los tribunales. Algo en lo que no coinciden los sindicatos ni muchos de sus repartidores autónomos, que ya han hecho protestas. El pasado agosto el sindicato CC OO denunció a la compañía ante la Inspección de Trabajo por incumplir la citada ley.
UN AÑO DE TROPIEZOS PARA EL SECTOR EN BOLSA
‘Delivery’. El Covid-19 ha disparado el uso de las app de reparto de comida a domicilio, así como de todo tipo de soluciones de compras a través de internet. No obstante, este interés del consumidor no está teniendo su traslación a Bolsa en este 2021. El ejemplo más claro es el reciente debut de Deliveroo, que sufrió una caída del 26% en su primera sesión en Bolsa. Meses después la acción ha recuperado una parte de lo perdido y cotiza un 14% por debajo de los 3,9 euros a los que debutó.
Delivery Hero. Delivery Hero cede un 14% en Bolsa en lo que va de año, si bien triplica su valor desde su debut en el mercado en 2017 hasta una capitalización de más de 27.000 millones. Just Eat, que en 2019 se fusionó con Takeaway, cede más de un 30% en Bolsa este año.
Negocio. Glovo, que ha expandido su negocio en los últimos meses a nuevos países, apuesta fuerte por el Quick Commerce y por ofrecer más productos que comida de restaurantes. Hace unos días compró Lola Market y Mercadao, dos plataformas que conectan a los usuarios con supermercados, mercados de abastos y tiendas. Y ha sellado un acuerdo con C&A para extender las entregas ultrarrápidas al sector de la moda.
Fuente: Cinco Días