El Salvador da este martes un paso de gigante hacia la incertidumbre económica al convertirse en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal. Convivirá con el dólar estadounidense, que sustituyó al colón hace 20 años en el país centroamericano de 6,5 millones de habitantes. Pese a las protestas de cientos de jóvenes en las últimas semanas, la criptomoneda es ya una realidad desde este martes, gracias a la Ley Bitcoin aprobada el pasado 8 de junio en la Asamblea Legislativa, donde el partido del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cuenta con la mayoría. Ya no hay vuelta atrás. A partir de ahora, «todo agente económico deberá aceptar bitcoin como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio».
La medida pretende lograr un incremento del PIB del 25%, así como generar más empleo y, sobre todo, eliminar las comisiones de las remesas que envían los más de 2 millones de migrantes salvadoreños, principalmente desde EEUU y que representan el 20 por ciento del PIB. Todo son ventajas para Nayib Bukele, quien a golpe de tuit ha vendido los beneficios que tendrá la criptomoneda, entre los que destaca «generar inversión extranjera».
«En ningún momento va a afectar a nadie», ha destacado Bukele, quien ha querido eliminar toda «incertidumbre, confusión y dudas» a su iniciativa regalando 30 dólares en su equivalente a bitcoins a quienes descarguen gratuitamente en su teléfono la billetera electrónica o ‘wallet’, denominada ‘CHIVO’. Asimismo, se le otorgará la residencia a las personas extranjeras que inviertan tres bitcoins en El Salvador. El mandatario pretende así «promover la utilización del bitcoin en la economía y que la gente tenga un incentivo de bajarse la aplicación para que de esta manera arranque el sistema». Solo en esta ocasión será imposible convertir la criptomoneda en dólares para extraerlos en un cajero automático.
«Todos van a tener bitcoins, hasta el que vende cocos», resalta, al tiempo que ha querido dejar claro que «no es obligatorio» hacer las transacciones en criptomonedas, aunque todos los comercios y establecimientos deberán aceptar el pago en bitcoins y luego lo podrán recibir en dólares. Bukele pone como ejemplo el turista europeo que paga en euros en un restaurante de El Salvador, pero el dinero se recibe en dólares. Por tanto, insiste en que el uso de la moneda digital será «opcional».
«Nadie va a recibir bitcoins si no lo desea», aclara, pero sí estará obligado a ofrecer la posibilidad de que quien lo desee pueda pagar en esta moneda, cuyo valor y cambio en relación al dólar no lo marca el Gobierno, sino el propio mercado. Actualmente, el bitcoin que es la criptodivisa más cotizada en el mercado mundial, se cambia a 51.000 dólares, aunque su fluctuación es imprevisible.
La Asamblea Legislativa aprobó, tal como establece la ley, la creación de un fideicomiso de 150 millones de dólares (128 millones de euros) para garantizar la convertibilidad automática del bitcoin al dólar. Al mismo tiempo, el Ejecutivo ha instalado a contrarreloj 200 cajeros automáticos de bitcoin para convertir esta moneda en dólares estadounidenses y poder así retirarlos en efectivo.
De esta manera, Bukele hace frente a la «campaña negra» en contra de su iniciativa y recalca que nadie «engañará» a la población como se hizo en 2001 con la adopción del dólar que eliminó para siempre el colón.
Subida a principios de semana
Bitcoin subió temporalmente por encima del 1,49% a más de $ 52,680 el lunes por la noche. Más temprano el lunes, Bukele reveló que El Salvador había comprado sus primeros 200 bitcoins y dijo en Twitter que «nuestros corredores comprarán mucho más a medida que se acerque la fecha límite» «ahora tenemos 400 bitcoins».
Protestas y escepticismo
Sin embargo, cientos de salvadoreños, en su mayoría jóvenes, se han manifestado en los últimos días en contra de la implementación del bitcoin como moneda de cambio y han pedido la derogación de la ley que permitirá su uso.
Según un sondeo del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop), el 66,7% de la población opina que la Ley Bitcoin debe ser derogada, el 78,3% de los ciudadanos está poco o nada interesados en descargar en sus teléfonos la aplicación de la billetera electrónica y el 71,2% prefiere utilizar el dólar. Otras dos encuestas muestran resultados parecidos
Uno de los máximos detractores de esta iniciativa es un joven informático llamado Mario Gómez, quien fue detenido recientemente tras haber advertido en redes sociales sobre los riesgos del empleo del bitcoin, si bien horas después fue puesto en libertad acusado de fraude financiero al haber creado, según la policía, «correos electrónicos falsos enviados a muchos usuarios del sistema bancario».
Voces críticas han mostrado su escepticismo sobre bitcoin como moneda de uso corriente ¿Cómo y quién determinará la cantidad de bitcoins necesaria para pagar una deuda? ¿Se basará en el precio de Bitcoin en el momento en que se contrajo la deuda o cuando la deuda vence? La diferencia de incluso unos pocos días podría ser significativa. Si la expectativa es que el precio de Bitcoin va a subir, ¿por qué querrías comprar cosas con él? ¿Por qué no esperar? Si la expectativa es que el precio va a bajar, ¿por qué querrías aceptarlo? se preguntan en TheNextWeb.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ya ha avisado de los «riesgos significativos» que tiene el uso de la criptomoneda, mientras que la agencia calificadora de riesgo Fitch ha avisado que su adopción puede posibilitar violar leyes contra el blanqueo de capitales y permitir la financiación del terrorismo.