Dell obtuvo un beneficio neto atribuido de US$1,132 millones (€1,080 millones) en el tercer trimestre de su año fiscal, que discurrió de agosto a octubre, lo que supone un incremento del 13% respecto de las ganancias del mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado el fabricante informático estadounidense.
Los ingresos netos en el trimestre fueron de US$24,366 millones (€23,240 millones), un 9.5% más que un año antes, incluyendo una facturación récord de la división de soluciones para infraestructuras (ISG) de US$11,368 millones (€10,842 millones), un 34% más.
En concreto, las ventas de servidores y redes sumaron en el trimestre US$7,364 millones (€7,023 millones), un 58% más, mientras que el negocio de almacenamiento creció un 4%, hasta US$4,004 millones (€3,818 millones).
Por otro lado, la división de soluciones para clientes (CSG) facturó en el tercer trimestre del ejercicio un total de US$12,131 millones (€11,570 millones), lo que implica un retroceso interanual del 1%.
“La IA es una oportunidad sólida para nosotros y no hay señales de desaceleración”, afirmó Jeff Clarke, vicepresidente y director de operaciones de Dell Technologies, quien destacó que el interés en la cartera de la multinacional “está en un nivel máximo histórico”, con una demanda récord de pedidos de servidores de IA de US$3,600 millones (€3,434 millones) en el tercer trimestre.
De esta manera, en los nueve primeros meses de su año fiscal Dell obtuvo un beneficio neto atribuido de US$2,938 millones (€2,802 millones), un 43% por encima del resultado del mismo intervalo del ejercicio precedente, con unos ingresos netos de US$53,371 millones (€50,904 millones), un 11% más.