El Banco Mundial indicó que los flujos de remesas registrados oficialmente hacia países de ingreso bajo y mediano crecerán 1.4% hasta alcanzar los US$656,000 millones en 2023, mientras sostiene que se prevé una reducción de la actividad económica en los países de origen de las remesas que podría limitar el empleo y los aumentos en los salarios de los migrantes.
El organismo ofreció la información en base a la última “Reseña sobre migración y desarrollo” publicada recientemente, edición en la que también revisa al alza el crecimiento de los flujos de remesas de 2022, los cuales dice aumentaron un 8% hasta alcanzar los US$647, 000 millones.
República Dominicana ocupa el tercer lugar como uno de los país mayores receptores de remesas en la región, fruto de la cantidad de cominicanos residentes en este país y de las fortalezas de la economía estadounidense.
En este nuevo estudio, esta organización financiera multilateral destacó que en el período posterior a la pandemia de COVID-19, en el que el crecimiento económico ha sido menor y ha habido menos inversiones extranjeras directas, las entradas de remesas han adquirido mayor importancia para los países y los hogares, dada su resiliencia como fuente de financiamiento externo, en especial para los países de ingreso bajo y mediano con un nivel de deuda externa elevado.
América Latina
De acuerdo al nuevo informe el crecimiento de las remesas varió ampliamente entre países el año pasado, con aumento del 50% en Nicaragua, 18% en Guatemala, 17.8% en Honduras y 9.7% en Colombia, a una disminución de 4.3% en República Dominicana y 0.5% en Jamaica.
