Un conflicto comercial «sería muy perjudicial desde el punto de vista económico para la UE y para la industria automovilística europea», aseveró Ola Kallenius, director ejecutivo de Mercedes y nuevo presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA, en inglés).
En una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el lobby automovilístico instó a la UE a «evitar un posible conflicto comercial», y pidió que sea «flexible» en su acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para el gigante alemán Mercedes, el mercado estadounidense representó alrededor del 15% de sus ventas mundiales de automóviles en 2024.
La industria automovilística europea enfrenta también graves dificultades para vender coches eléctricos y ha pedido medidas de apoyo.
Von der Leyen se comprometió a iniciar conversaciones con el sector en las próximas semanas, para discutir la situación.
Stéphane Sejourné, comisario europeo de Estrategia Industrial, estuvo este jueves en la ciudad de Stuttgart, en el suroeste de Alemania, para escuchar las preocupaciones de la industria.
Sin embargo, grupos ecologistas temen que la comisión retroceda en partes de su Pacto Verde, el ambicioso plan climático de la UE que pretende hacer que el bloque sea neutral en carbono para 2050.