Los fabricantes de automóviles de todo el mundo se esfuerzan por encontrar chips y consultan con sus proveedores para verificar si cuentan con reservas suficientes, ya que una creciente escasez de semiconductores relacionada con la empresa holandesa Nexperia amenaza la producción automotriz en toda la industria.
Pekín prohibió las exportaciones de productos de Nexperia desde China después de que el gobierno holandés tomara el control del fabricante de chips el mes pasado, alegando preocupaciones sobre la transferencia de tecnología a su matriz china, Wingtech, la cual ha sido señalada por Estados Unidos como un posible riesgo para la seguridad nacional.
Entre los fabricantes de automóviles que intentan hacer frente a una situación de suministro incierta se encuentran Nissan Motor y Mercedes-Benz. Nissan afirmó tener suficientes chips hasta la primera semana de noviembre, es decir, dentro de pocos días.
Honda suspendió la producción en una planta de México el martes y ya ha comenzado a ajustar la producción en Estados Unidos y Canadá, según informó un portavoz.
De acuerdo con un funcionario del gobierno brasileño, algunos fabricantes podrían tener que paralizar sus operaciones en un plazo de dos a tres semanas si la crisis continúa.
Los chips de Nexperia se utilizan ampliamente en componentes automotrices, lo que convierte la escasez de suministro en el último desafío para una industria que ya enfrenta los aranceles estadounidenses y las restricciones chinas a las tierras raras.
“Es un problema grave”, declaró Guillaume Cartier, director de rendimiento de Nissan, a los periodistas en el Japan Mobility Show de Tokio el miércoles. “Por el momento, no tenemos una visión completa”.
Cartier afirmó que el fabricante de automóviles estaba “bien hasta la primera semana de noviembre” en lo que respecta al suministro de chips.
Aunque las automotrices hubieran aprendido la lección de la escasez provocada por la COVID-19 y hubieran acumulado chips, seguían dependiendo de sus proveedores, incluso de los más pequeños, afirmó. Si bien era posible tener una idea del estado del suministro entre sus principales proveedores de primer nivel, esto se volvía más difícil a medida que se avanzaba en la cadena de suministro, explicó.

