Apple Inc (AAPL) está explorando un impulso hacia las gafas
inteligentes con un estudio interno de los productos actualmente en el
mercado, preparando el escenario para que la compañía siga a Meta Platforms
Inc (META) en una categoría cada vez más popular.
La iniciativa, cuyo nombre en clave es Atlas, se puso en marcha la semana
pasada y consiste en recabar opiniones de los empleados de Apple sobre las
gafas inteligentes, según personas con conocimiento del asunto. Están
previstos grupos de discusión adicionales en un futuro próximo, dijeron las
personas, que pidieron no ser identificadas porque el trabajo es secreto. Los
estudios están siendo dirigidos por el equipo de Calidad de Sistemas de
Productos de Apple, que forma parte de la división de ingeniería de hardware.
“Probar y desarrollar productos que todos puedan llegar a amar es muy
importante para lo que hacemos en Apple”, escribió el grupo en un correo
electrónico a empleados selectos de la sede central de la empresa en
Cupertino, California. “Por eso buscamos participantes que se unan a nosotros
en un próximo estudio de usuarios con gafas inteligentes del mercado actual”.
Cuando Apple se plantea entrar en una nueva categoría, suele organizar
grupos de discusión secretos para saber qué le gusta a la gente de los
productos existentes. La empresa suele confiar en los empleados -en lugar de
en los clientes- para evitar hacer públicos sus planes. Un representante de
Apple declinó hacer comentarios.
El mes pasado, Bloomberg News informó sobre otro estudio interno: La
compañía probó una aplicación para personas con prediabetes que hace un
seguimiento de sus cambios de azúcar en sangre y de su dieta.
El último estudio sugiere que Apple está avanzando en su propio trabajo sobre
las gafas inteligentes. Bloomberg informó anteriormente de que el fabricante
del iPhone ha estado considerando una incursión en el mercado.
La investigación guiará probablemente a Apple en qué características incluir en
sus propias gafas y ayudará a identificar las formas en que podría utilizarse la
tecnología.
Crear un dispositivo facial de éxito ha sido todo un reto. Los auriculares Vision
Pro de Apple, de US$3.499 y lanzados en febrero, se consideran demasiado
engorrosos y caros para convertirse en un producto de uso generalizado.
Durante años, Apple había intentado fabricar una versión de realidad
aumentada más ligera del dispositivo, algo que pudiera llevarse todo el día y
sustituir potencialmente al iPhone. El trabajo en ese proyecto se ha estancado
debido a numerosos retos técnicos.
Meta, mientras tanto, encontró el éxito con una fórmula más despojada. Sus
gafas de US$299, creadas en colaboración con Luxottica Group SpA, no son
verdaderas gafas de realidad aumentada: no superponen información en el
cristal. Pero permiten a los usuarios grabar vídeo, atender llamadas telefónicas
y hacer preguntas a un asistente de IA.
Ahora Apple busca crear algo similar. Su enfoque podría consistir en fabricar
unas gafas inteligentes que funcionen como sus ya populares auriculares
AirPods. Una versión en forma de gafas permitiría una mayor duración de la
batería, sensores y una tecnología de audio mejorada.
Pero los rivales de Apple también están avanzando. En los últimos meses, Meta
y Snap Inc (SNAP) han presentado sendas gafas de realidad aumentada,
modelos que pueden mezclar el mundo real con superposiciones digitales de
juegos, mensajes de texto y aplicaciones. Sin embargo, ninguno de los dos
productos estará listo para los consumidores hasta dentro de unos años. Los
prototipos actuales tienen más que ver con conseguir que los desarrolladores
de aplicaciones se adhieran al concepto.
Apple también planea renovar el auricular Vision Pro para ampliar su
atractivo. El dispositivo es excepcional para ver vídeos y realizar trabajos de
oficina, pero su peso, elevado precio y contenido limitado lo han convertido en
un producto de nicho que descargue muchas de las funciones y el procesamiento informático en un
iPhone, lo que permitiría que los auriculares se convirtieran más bien en un
accesorio de productos que los consumidores ya poseen.