La inteligencia artificial (IA) lleva décadas entre nosotros, si bien nunca había vivido un auge como el actual. Desde aquellos sistemas que ahora nos parecen simples de la década de los 50 que permitían, por ejemplo, jugar al ajedrez, hasta los proyectos más novedosos como chatGPT, un gran modelo de lenguaje que ofrece respuestas detalladas y articuladas.
Gracias al aumento en la capacidad de procesamiento de datos y al desarrollo de algoritmos más complejos, o la reducción del coste del almacenamiento en la nube, la IA está viviendo una era sin precedentes. Además, se ha producido una explosión en la generación de datos. De hecho, se espera que el volumen generado crezca cada año entre un 20% y un 30%. Una información que es necesario analizar para poder tomar decisiones eficientes.
Óscar De la Torre, Senior Advisor Technology & Cybersecurity de Arcano Partners, señala que la «IA permite estructurar todos esos datos para poder sacarles jugo», enmarcado en un ciclo de charlas inspiracionales iniciadas por elEconomista.es, en colaboración con la Corporación Vía Ágora, con el objetivo de dar a conocer a las personas más influyentes del panorama nacional en diferentes disciplinas. Como subraya De la Torre, «hay que abrazar la IA tanto si eres empresa como usuario porque si no otro lo hará y ganará ventaja competitiva».
Sin duda, la IA ha sido uno de los grandes avances que se han producido en los últimos 25 años desde el nacimiento de Internet. Por ello, De la Torre cree que «ha venido para quedarse, sobre todo, porque es muy sencillo ver el valor añadido que aporta«.
En el ámbito empresarial, la IA ayuda a las compañías a tomar decisiones. No obstante, esta tecnología ha dado un nuevo salto en cuanto a valor gracias a la denominada inteligencia artificial generativa (IAG) que, como explica De la Torre, «permite generar voz, texto, imágenes… como hace chatGPT. Este ecosistema tiene un gran potencial».
A este respecto, el experto indica que con la IA todos aquellos trabajos mecánicos serán robotizados. «En un futuro los trabajos o las tareas manuales desaparecerán», sostiene De la Torre. De cara al futuro, lo que será importante es que los candidatos a un puesto de trabajo cuenten con conocimientos en este tipo de tecnología. «Será el homólogo a saber de Excel o Word». No en vano, según la Comisión Europea, de aquí a 2025, la IA y la robótica podrían crear 60 millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo.
Los riesgos de la IA
Obviamente, el uso de tecnologías como la IA no está exento de riesgos. El principal, como recuerda De la Torre, es «la generación de fake news o noticias falsas» que pueden tener un gran alcance impactando, por ejemplo, en la reputación de una compañía.
Otro riesgo siempre presente es el de la ciberseguridad. «Podría darse el caso de que recibamos un video de un amigo o un familiar pidiendo ayuda, cuando realmente es un montaje», advierte el experto.
Evidentemente, una tecnología no es buena o mala per se, sino el uso que se hace de ella. «Como con cualquier otra tecnología lo que hay que intentar es que, a través de requerimientos, normativas y acuerdos entre gobiernos, se pongan coto a estas amenazas», subraya De la Torre.