(Bloomberg) —
El petróleo registró la mayor caída en cinco semanas, en tanto el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteró su voluntad de frenar la mayor inflación en décadas con aumentos de tasas más agresivos.
El crudo West Texas Intermediate descendió hasta cerca de los US$110, cediendo hasta un 6,3%. El presidente de la Fed, Jerome Powell, respaldó, por primera vez, esta semana abiertamente aumentar las tasas de interés hasta llegar a territorio restrictivo, una estrategia que a menudo ha provocado una recesión económica y que podría frenar el consumo de energía. El viernes reiteró que la Fed está centrada en devolver la inflación a su objetivo del 2%.
“Los ingresos disponibles de los consumidores han caído bruscamente en todo el mundo debido al fuerte aumento de la inflación, lo que ha perjudicado especialmente a algunos mercados emergentes”, dijo Fawad Razaqzada, analista de mercado de City Index. “Es posible que la desaceleración sea más grave de lo previsto, y eso es lo que más preocupa a los inversionistas”.
El temor de que el aumento de las tasas de interés y la desaceleración del crecimiento económico provoquen una destrucción de la demanda se ha apoderado del mercado, pero, a largo plazo, los suministros siguen pareciendo ajustados, según participantes del mercado.
“Aunque la recesión puede enfriar los precios a corto plazo debido a la falta de inversión en energía en las fases iniciales y finales, seguiremos viendo un mercado muy ajustado y cualquier caída del precio del petróleo puede ser de corta duración”, dijo Phil Flynn, analista de mercado sénior de Price Futures Group Inc
La invasión rusa a Ucrania ha agravado el aumento de los precios a nivel mundial y ha contribuido a elevar el costo de todo, desde los alimentos hasta los combustibles. Los precios de la gasolina al por menor en Estados Unidos han batido repetidamente récords y el promedio nacional superó recientemente los US$5 por galón. La Casa Blanca está evaluando limitar las exportaciones de combustible para tratar de aliviar el impacto para los consumidores.
El crudo ha subido más de un 50% este año, ya que la recuperación de la demanda se ha combinado con la interrupción de los flujos comerciales tras la invasión rusa a Ucrania, lo que ha comprimido el mercado. Todos los movimientos de los precios de las materias primas se han vuelto más extremos a medida que la liquidez del mercado se ha desplomado y, si el crudo se ve sometido a sanciones secundarias por parte de Occidente, el petróleo podría subir con fuerza, según escribieron en un informe analistas de JPMorgan Chase & Co., incluida Natasha Kaneva.
Mientras continúa la guerra en Ucrania, la atención se centra en hasta dónde se alterarán los flujos de petróleo ruso. El viernes, el viceprimer ministro del país, Alexander Novak, dijo que el rendimiento de las refinerías del país podría caer un 10% este año.