Grandes empresarios de la tecnología, como Elon Musk y Mark Zuckerberg, acudieron este miércoles al Congreso de Estados Unidos para dar a conocer sus planes sobre la inteligencia artificial (IA), mientras el país se prepara para elaborar una legislación que permita controlar mejor ese avance.
Además de los dueños de X y Facebook, el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, y el fundador de Microsoft, Bill Gates, asistieron a la cita, que forma parte de una serie de foros sobre innovación en IA planeados por el senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado.
En esas reuniones, celebradas a puerta cerrada, los legisladores pueden interrogar a los empresarios sobre una tecnología que ha revolucionado el mundo desde el lanzamiento de ChatGPT el año pasado.
Europa tiene muy avanzada su propia Ley de Inteligencia Artificial y los legisladores estadounidenses están presionados para evitar quedarse rezagados y ver cómo la IA abruma a la sociedad, con pérdida de puestos de trabajo, desinformación rampante y otras consecuencias.
«Hoy comenzamos una tarea enorme, compleja y vital: construir los cimientos de una política bipartidista sobre IA que el Congreso pueda aprobar», aseguró el senador Schumer en el encuentro, según declaraciones compartidas con los medios.
«En situaciones anteriores, cuando las cosas eran así de difíciles, la reacción natural… era ignorar el problema y dejar que otro hiciera el trabajo. Pero con la IA no podemos ser como avestruces metiendo la cabeza en la arena», dijo.
«Soy muy optimista con respecto a la IA, pero eso no significa que no vaya a haber algunas sacudidas por el camino», añadió Altman, de OpenAI, al entrar en la reunión. En las tres horas que duró la sesión matutina se trató un amplio abanico de temas, incluidos los peligros y potencial de la IA. Los participantes coincidieron en que los gobiernos tienen un papel que desempeñar frente a las consecuencias de esa tecnología.
Musk elogió a Schumer por hacer «un servicio a la humanidad, junto con el apoyo del resto del Senado». «Creo que algo bueno saldrá de esto», dijo.
La IA sin restricciones, añadió el magnate a los periodistas tras la cita, «es potencialmente dañina para todos los humanos en todas partes». La posibilidad de que el Congreso estadounidense pueda aprobar una legislación para frenar a los innovadores de la IA con normas claras sigue siendo una incógnita, dadas las profundas divisiones políticas en Washington y las próximas elecciones de 2024. Aunque ambas partes están de acuerdo en que la tecnología puede tener efectos muy negativos en la vida cotidiana, a menudo difieren sobre cuáles podrían ser las soluciones. Las tecnológicas también ejercen una fuerte presión para mantener un régimen regulador poco estricto que favorezca a las empresas y preserve la innovación.
Algunos senadores se quejaron de que la reunión se celebrara en privado y diera demasiado margen a los gigantes tecnológicos para influir en los legisladores.
«Así no es como debería ser», dijo el senador Josh Hawley, un republicano que trabaja estrechamente en temas de IA. La reunión fue también el primer encuentro conocido entre Musk y Zuckerberg, desde que el también consejero delegado de Tesla propusiera una pelea en una jaula con su homólogo de Meta, la casa matriz de Facebook. Musk también compartió la sala con Gates, con quien mantiene una relación tirante, según una biografía del jefe de Tesla y SpaceX que se publicó el martes.