Esta iniciativa se llama Copilot Copyright Commitment y forma parte de una serie de políticas y compromisos generales que está asumiendo Microsoft con sus clientes empresariales de los sistemas de Inteligencia Artificial.
“Si un tercero demanda a un cliente comercial por infracción de derechos de autor por el uso de Copilot o la producción que generan, defenderemos al cliente y pagaremos el monto de cualquier sentencia o acuerdo adverso que resulte de la demanda”, puntualiza la empresa.
Aunque también tiene algunas condiciones para poder asumir la responsabilidad del contenido, como el hecho de que el cliente “haya utilizado las barreras de seguridad y filtros de contenido”, menciona Smith,
¿Por qué Microsoft está tomando este enfoque?
La empresa destaca tres razones principales para esta postura en torno a los derechos de autor. La primera es que quiere respaldar la confianza de sus clientes al utilizar sus servicios de Inteligencia Artificial. La segunda es que comprende la preocupación en torno a los derechos de autor que ha surgido tras el auge de la IA generativa y la tercera razón es poner a prueba las barreras que ha construido para evitar que esta tecnología viole el material protegido. En este sentido, Smith resalta que con este tipo de proyectos buscan manejar la incertidumbre en torno a las egislaciones autorales y la IA generativa, pues consideran que los artistas deben mantener la propiedad de sus obras, además de obtener una ganancia por ellas.
“Debemos asegurarnos de que el contenido necesario para entrenar y poner a punto los modelos de IA no quede encerrado en las manos de unas pocas empresas de manera que sofocarían la competencia y la innovación”, afirma el ejecutivo.
¿Qué es Copilot?
Copilot es un sistema que combina tres elementos: las apps de Microsoft 365, como Word, Excel, Power Point; el Microsoft Graph, que incluye tus datos, correos, calendarios, chats; y un LLM (large language model, por sus siglas en inglés), que es el encargado de entender las peticiones de los usuarios.
Si bien es una tecnología relativamente nueva, ya ha estado en controversias por demandas que alegan la falta de créditos en los productos que genera, como líneas de código sin dar crédito a los verdaderos creadores de la tecnología.
Cabe mencionar que este problema no es único de Microsoft. OpenAI e incluso Meta han recibido demandas por parte de autores, como la comediante Sarah Silverman, quienes alegan que las herramientas están robando datos de sus libros para sus creaciones.