Las quiebras de empresas en Inglaterra y Gales se dispararon en el segundo trimestre de este año hasta niveles registrados en 2009, en mitad de la anterior crisis financiera, según datos divulgados este viernes por la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS, en inglés).
Entre abril y junio de este año, se declararon insolventes 5,629 compañías en el Reino Unido, la mayor cifra en trece años y por encima de la media de 3,850 empresas al trimestre registrada entre 2015 y 2019, antes de la pandemia de coronavirus.
El incremento persistente de los precios de la energía es el principal factor que resalta la ONS para explicar las quiebras, si bien también subraya la incidencia del aumento de los costes de las materias primas y las interrupciones en cadenas de suministro.
El aumento de las bancarrotas en Inglaterra y Gales se produce tras un periodo en el que se mantuvieron por debajo de la media debido al paquete de medidas de apoyo financiero del Gobierno británico durante la pandemia.
Más de una de cada diez empresas (11 %) aseguraron percibir un riesgo entre moderado y severo de entrar en quiebra, según una encuesta elaborada por la ONS durante el mes de agosto.
Las compañías con menos de 50 empleados son las que más dificultades perciben, mientras que los sectores de la construcción, la manufactura y la hostelería están entre los más golpeados por la última oleada de insolvencias.
El precio del gas aumentó un 70 % en el primer trimestre de este año en comparación con los últimos tres meses de 2021, un incremento que ha tenido un «impacto significativo en el gasto en energía de los negocios», subraya la Oficina Nacional de Estadísticas.
El Gobierno británico ha anunciado un programa de ayudas a las empresas para hacer frente a los costes de la energía este invierno, por el que las compañías pueden solicitar descuentos de hasta 405 libras por megavatio hora (460 euros).