Luego de una entrevista laboral con una postulante, en la que esta persona hablaba maravillas de Continuum, la psicóloga e ingeniera en informática, Andrea Contreras, no lo pensó dos veces. Llamó a Liliana Reyes, una de las socias de la consultora, y le dijo que quería reunirse con ellos porque tenía una gran idea. Fue así como un día después ya estaba contándoles por qué ella era la perfecta reclutadora para esta consultora. Después de esa reunión, Andrea quedó contratada como especialista en Atracción de Talento Informático.
A los tres meses, Contreras ya estaba dando forma a Talentuum, plataforma de búsqueda de personal especializado en perfiles TI, donde se combina la automatización y las entrevistas con reclutadores, idea que en Continuum habían tenido previamente, porque no les había ido muy bien evaluando a personas con estos perfiles.
La historia de Andrea Contreras no es casualidad, sino que parte de lo que hace esta organización -que apoya a otras empresas en su transformación digital, en el diseño de productos y servicios digitales, desarrollo de software y formación corporativa-, la que desde febrero de 2019 adoptó la semana de cuatro días y dejó los viernes para que fueran exclusivamente para el aprendizaje y la creación de proyectos empresariales, a los que denominó “Friday Challenges”.
Liliana Reyes, socia y COO de Continuum, explica que dado el intenso trabajo al interior de las consultoras, las tareas terminan quitando espacio a respirar, probar, repensar y mejorar en la organización o analizar problemáticas de la industria que nadie ve. Por ello dejó estos espacios creativos cuando terminaban una consultoría y había una ventana para hacerlo. “Era casi un hecho fortuito. Así que pensamos en trabajar de lunes a jueves para clientes y el viernes para nosotros”, dice.
De esta forma, quienes no están desarrollando emprendimientos, por iniciativa propia o para terceros, pueden dedicar este día para aprender de diferentes contenidos, de manera que puedan desarrollarse profesionalmente y ser mejores consultores.
Pero no fue fácil implementarlo, porque las empresas clientes no se acostumbraban a esta organización donde se trabajaba de lunes a jueves, así que comenzaron a organizarse para que los clientes tuvieran el mismo valor generado que si trabajaran en una semana de cinco días. Era un beneficio para todos, porque “cuando tienes a personas mejor capacitadas, que han tenido tiempo para probar hipótesis de una manera tranquila sin tener interrupciones, ese conocimiento queda en el equipo y se puede aprovechar en las consultorías que se le dan a los clientes”, dice Reyes.
Modelos de intraemprendimiento
En grandes empresas como Google o 3M Company, hace varios años que fomentan que los trabajadores destinen el 20% de su tiempo a pensar en proyectos de innovación que pueden convertirse en interesantes startups o mejoras para servicios o productos.
De acuerdo a Pedro José Mateos, profesor de Pacífico Business School y director de Innovación y Agilidad de Opinno Perú, “este modelo ya se está replicando en América Latina. Existen empresas, sobre todo en los sectores más urgidos por la innovación, como es el sector finanzas, seguros, energéticos, retail, entre otros, donde cada vez más se fomentan este tipo de procesos”.
En parte, esto se debe a que los CEO están convencidos de que las ideas de negocios no pueden depender solamente de ellos o del C-Level. Además, ahora más que nunca es clave dar espacio para que los colaboradores puedan crear y desarrollar sus ideas dentro de la empresa, de lo contrario es posible que se vayan.
En cuanto a los modelos, es común en América Latina que las compañías lancen retos o problemas en busca que sus trabajadores los enfrenten y los lleven adelante, así que si una idea resulta exitosa se convierte en una nueva línea de negocios y alguno de los intraemprendedores, trabajadores de la empresa que crean proyectos, se convierten en el responsable de ella.
En ocasiones, dice Mateos, “puede ser que la nueva línea de negocio se mantenga dentro de la empresa. En los casos en que el nuevo negocio no permite convivir con el negocio actual, se hace un “spin off”, es decir, se quedan con el negocio tradicional y el emprendedor, que ha creado la nueva oportunidad de negocio, sale de la compañía creando una nueva donde la compañía origen tiene participación”.
Otro modelo que se utiliza es la innovación abierta, donde se suelen generar retos para que los resuelvan startups o empresas externas, y las que ofrezcan una mejor solución son seleccionadas para incorporarse a la organización o tener una participación. “Esta nueva forma de invertir se llama ‘corporate venture building’, en la que compañías crean sus propias inversiones en distintas empresas o startups, ya sean internas o externas”, dice Mateos.
Las empresas
En el caso de Continuum, donde una vez que el proyecto se convierte en un servicio o producto con potencial, la consultora se queda con un porcentaje del capital y los apoya con asesorías, mentorías y un lugar físico para que operen, entre otras cosas.
“Pasamos a ser socios de quienes lideran estos proyectos, como en Talentum donde Continuum tiene participación. Nosotros, en general, acordamos hacernos de gran parte de la propiedad porque les quitamos el riesgo a las personas. Si funciona o no, siguen recibiendo el sueldo y haciendo la consultoría”, dice Leonardo Soto, desarrollador y CEO de Continuum.
“Financiamos a todo el mundo inicialmente, al destinar los viernes para estudiar o innovar. Si hay una iniciativa que le va bien, que empiece a escalar, y necesita un equipo completo que trabaje de lunes a viernes, pueden optar que nosotros u otros lo financiamos. También están aquellos que quieren seguir siendo parte de la consultora, recibiendo un sueldo, y si vemos que el emprendimiento puede crecer, invertimos en que un equipo trabaje todos los días en esto”, complementa Liliana Reyes.
Además de Talentuum, otros ejemplos de empresas que han surgido son Cuídame, comunidad que conecta a mujeres cuidadoras informales entre ellas, “en la que Continuum colabora, pero no estamos ahí para generar un negocio”, aclara Soto; y Pruébatelo, startup que permite a las personas probar productos en casa sin tener que comprarlos. Esta nació en esta instancia, pero su cofundadora, la ingeniera comercial Josefa Villanueva, decidió dedicarse totalmente a la startup, renunciando a la consultora.
“Por mi cuenta probablemente nunca habría iniciado Pruébatelo. Gracias a la buena comunicación, interés, colaboración y confianza que ha tenido hasta ahora Continuum, al participar e invertir en la startup, fue posible. Quizá hubiera tenido que empezar de otra forma», señala Villanueva, quien se integró a la consultora en 2018, cuando se fomentaba el emprendimiento y la formación antes que se institucionalizara en 2019. “Fui de la primera generación, éramos mucho menos personas, así que tuve la suerte de estar ahí cuando estábamos experimentando este espacio que hoy se conoce como Friday Challenges”, dice.
Cuídame, Talentuum y Pruébatelo son solo algunos de los proyectos que han visto la luz por iniciativa de los colaboradores de la organización, pero también pueden surgir por necesidad de las empresas que son clientes de la consultora o por organizaciones externas que los buscan para levantar ciertos proyectos. Una vez que surge la idea, esta se comenta en los canales de Slack que tienen para que los poco más de 100 trabajadores opinen, lo que también sucede a lo largo del proceso de creación de las empresas, que tienen un feedback constante.
Bien lo sabe Contreras, de Talentuum, quien asume que al principio no fue fácil leer las críticas de sus compañeros por Slack. Finalmente, entendió que este feedback positivo es clave para que los proyectos crezcan. Ahora, como líder de su startup, confieza que prefiere la crítica a los halagos, sobre todo cuando se trata de mejorar.
En busca de agilidad, cada vez son más las empresas que innovan dentro de las mismas, al estilo startup. “Está demostrado que las startups son mucho más rápidas y ágiles, necesitan menos recursos, son más eficientes y, sobre todo, siempre están más enfocadas en el cliente”, dice Mateus, de Pacífico Business School.
Después de todo, el intraemprendimiento le da a los trabajadores la mentalidad, las habilidades y los procesos que usan las startups para crear nuevos productos o servicios, o, al menos, probarlos. El profesor especialista en innovación señala que “está demostrado que esto permite a las compañías estar más enfocadas al cliente, salir antes al mercado, tener mayores garantías de éxito y ahorrar tiempo y recursos”.
En el caso de la consultora chilena, para los socios es importante fomentar la capacitación sin temor a perder talento. Leonardo Soto indica que “en este mundo no hay opción. Hay que darles todas las oportunidades porque este mercado es súper dinámico. Creo que ayuda pero no es una bala de plata. No hay que ver la parte superficial de esto. No es solo viernes libre, sino también se trata de confiar en que los colaboradores van a organizarse. Hay que confiar más en las personas, porque a muchos les gusta lo que hace, no debemos obligarlos, solo abrirles espacio”.
Fuente: America Economía