El Fondo Monetario Internacional (FMI) disminuyó a 5.3 % la proyección de crecimiento de la economía dominicana para este 2022, del 5.5 % que había divulgado en abril de este año. Además, bajó a 4.5 % la prevista para el 2023, cuando para ese mes la proyectaba en 5.0 %.
Basándose en las proyecciones del producto interno bruto (PIB) real de las economías, el FMI además pasó a negativo los pronósticos para Haití. Del 0.3 % de crecimiento que indicó en abril para el presente año, en el “Informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales” publicado en ese entonces, ahora proyecta que será -1.2 %.
La perspectiva de 2023 para ese país la disminuyó del 1.4 % que estimó en abril a 0.5 %.
Las nuevas previsiones del FMI están contenidas en su último “Informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales” correspondiente a octubre -y publicado ayer en Washington-, en el que proyecta que Latinoamérica crecerá más que la media este año, pero se resentirá en 2023.
A nivel mundial, el FMI pronostica que la economía global se frenará más de lo esperado en 2023. Según los cálculos del organismo internacional, el crecimiento mundial se desacelerará de 6.0 % en 2021 a 3.2 % en 2022 y 2.7 % en 2023.
“Más de una tercera parte de la economía mundial se contraerá este año y el próximo, mientras que las tres mayores economías -Estados Unidos, la Unión Europea y China- continuarán estancadas. En pocas palabras, lo peor aún está por llegar, y para mucha gente 2023 se sentirá como un año de recesión”, indica el FMI.
En la República Dominicana, después de reportarse un crecimiento de 12.3 % en 2021, un año en que el panorama económico comenzó a recuperarse del pandémico 2020, el Banco Central informó que la economía del país registró un incremento de 5.4 % en agosto, manteniendo un crecimiento promedio de 5.5 % en los primeros ocho meses de 2022.
El órgano rector de la política monetaria local sostuvo que el desempeño del período coloca la proyección de expansión del producto interno bruto (PIB) real para el cierre del 2022 en el rango de 5.0-5.5 %, en torno a su ritmo potencial.
“La actividad económica mundial está experimentando una desaceleración generalizada y más acentuada de lo previsto, con la inflación más alta registrada en varios decenios”, destaca el FMI en su reciente informe.
“La crisis del costo de vida -agrega-, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de la pandemia de COVID-19 inciden notablemente en las perspectivas”.
Entorno de inflación
Sobre la inflación, el FMI pronostica que la mundial aumente de 4.7 % en 2021 a 8.8 % en 2022, para luego descender a 6.5 % en 2023 y 4.1 % en 2024.
“En los mercados emergentes, el aumento de las tasas, la debilidad de los fundamentos económicos y las importantes salidas de capitales han empujado al alza los costos de endeudamiento, en especial en las economías preemergentes, con un riesgo elevado de que se produzcan nuevos incumplimientos”, dice el FMI en el “Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial”, también publicado ayer.
El organismo considera que las autoridades deben centrar la atención en restaurar la estabilidad de precios y aliviar las presiones sobre el costo de vida. Además, que la cooperación multilateral sigue siendo necesaria para agilizar la transición a la energía verde y evitar la fragmentación.
“La salud futura de la economía mundial depende fundamentalmente de la adecuada calibración de la política monetaria, el curso de la guerra en Ucrania y la posibilidad de que surjan nuevas perturbaciones por el lado de la oferta relacionadas con la pandemia, como por ejemplo en China”, adelanta.