Elon Musk está jugando con Twitter y los empleados no están contentos con ello, especialmente los abogados que conforman los equipos de privacidad y seguridad, quienes están en crisis luego de que el empresario ejecutara cambios que han eludido sus procesos de gobierno de datos.
“Elon ha demostrado que su única prioridad con los usuarios de Twitter es cómo monetizarlos. No creo que le importen los activistas de derechos humanos, los disidentes, nuestros usuarios en regiones no monetizables y todos lo demás usuarios que han hecho de Twitter la plaza pública global que todos han dedicado tanto tiempo a construir”, escribió un abogado del equipo de privacidad a los empleados en el perfil de Slack de la empresa.
Dicho enfoque no es algo que caiga bien entre los trabajadores y los equipos especializados, ya que también en esta área recientemente hubo renuncias, puntualmente del director de privacidad de Twitter, Damien Kieran; la directora de cumplimiento, Marianne Fogarty; y de Lea Kissner, directora de seguridad de la información, quien también lo confirmó a través de Twitter .
Todos los cambios que ha tenido la plataforma en los últimos días (agregar la etiqueta “Oficial”, luego eliminar y volverla a implementar el jueves por la noche) no tuvieron una revisión normal de privacidad y seguridad, aseguró el abogado, quien detalló que sólo tuvieron unas pocas horas de revisar los riesgos potenciales la noche anterior al lanzamiento.
“Las personas que normalmente se encargan de estas cosas recibieron poca notificación, poco tiempo y no fue razonable pensar que la revisión de privacidad fue exhaustiva”, señaló el abogado, quien también destacó que ninguna de las recomendaciones se implementó antes del lanzamiento.
Otro elemento relevante del mensaje del abogado para los empleados es que anticipaba “presión” por parte de la gerencia de la empresa “para que impulsen cambios que probablemente conducirán a incidentes importantes”, por lo que recomendó buscar protección para denunciantes “si se sienten incómodos con cualquier cosa que les pidan que hagan”.
El consejo también iba acompañado del caso de Peiter “Mudge”Zatko como ejemplo, quien se acercó a la firma de abogados sin fines de lucro, Whistleblower Aid, para hacer públicas las quejas sobre las políticas de seguridad de Twitter.
La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) ya reaccionó ante los movimientos en Twitter, pues dijo estar observando al nuevo propietario y resaltó que desde antes de su llegada tenían un acuerdo que aún se debe respetar .
En mayo de este año, después que el organismo descubriera que la empresa usaba información personal de los usuarios para orientar anuncios, ambas partes acordaron en que debía terminar con esa práctica o ser acreedora a multas que llegan hasta los 150 millones de dólares.
Según la orden que recibió por parte de la FTC, Twitter estuvo de acuerdo con instalar un programa de privacidad mejorado, así como un programa de seguridad de la información con requisitos específicos.
Rihanna Pfefferkorn, exconsejera externa de Twitter, dijo en una publicación que la orden de consentimiento de la FTC a la empresa requiere que esta realice revisiones de privacidad antes de realizar cambios al producto.
“Estamos siguiendo los desarrollos recientes en Twitter con profunda preocupación”, señaló la FTC en un comunicado. “Ningún director ejecutivo o empresa está por encima de la ley y las compañías deben seguir nuestros decretos de consentimiento. Nuestra orden de consentimiento revisada nos brinda nuevas herramientas para garantizar el cumplimiento y estamos preparadas para usarlas”.
Luego de que este tema se hiciera público, Musk envió un correo electrónico a los empleados, mismo que fue citado por The Verge: “Twitter hará lo que sea necesario para adherirse tanto a la letra como al espíritu del decreto de consentimiento de la FTC. Cualquier cosa que lea en sentido contrario es absolutamente falsa”.