A pesar de que el Gobierno dominicano ha registrado este año los mayores niveles históricos de recaudación fiscal, aun por encima de sus propias estimaciones, la carrera de endeudamiento para cubrir su creciente déficit fiscal no se detiene, según cifras oficiales.
Pero ese incremento de deuda no solo es en el Gobierno, conocida como sector público no financiero (SPNF), que en los primeros nueve meses de este año ha crecido en forma absoluta en US$4,812.6 millones; también se da en llamado sector financiero estatal, es decir, la deuda del Banco Central, que de enero a septiembre ha crecido en US$3,934.3 millones.
Esto indica que en apenas nueve meses, la deuda pública consolidada del Estado dominicano ha aumentado en US$8,746.9 millones, su mayor proporción de incremento en toda la historia económica de República Dominicana, según indican las estadísticas el Ministerio de Hacienda.
En el caso del Gobierno, la deuda del SPNF se incrementa en la medida en que los gastos del Estado superan los ingresos. Este año, con el objetivo de contener el impacto de la inflación, el Gobierno ha decidido aplicar subsidios y compensaciones a determinados bienes, como los combustibles y el sector eléctrico, lo cual implica un incremento de gastos que ha superado, incluso, el aumento adicional de RD$66,000 millones en las recaudaciones.
Por eso, el déficit fiscal, originalmente estimado este año en un 3% del producto interno bruto (PIB), terminará en un 3.6%, mientras la contratación de deuda alcanzará RD$284,000 millones.
Banco Central
En el caso del Banco Central dominicano (BC), el aumento extraordinario e histórico en su deuda durante este año ha sido motivado por razones diversas. Una de ellas es la cobertura del déficit cuasi fiscal, consistente en el pago de intereses por la deuda previamente acumulada. Para tales fines, el BC emite nueva deuda, lo cual, a su vez, la incrementa.
La segunda razón tiene que ver con medidas de política monetaria, a los fines de contener el impacto de la inflación. Si bien es cierto que el índice de precios al consumidor (IPC) marca un nivel moderado, aunque muy por encima del rango meta de 4%, la realidad es que la contención de precios ha sido cubierta con endeudamiento.
El Banco Central ha emitido cuantiosos montos en deuda con altas tasas de interés para atraer los pesos en manos del público en general, de manera que haya menos demanda de dólares (de ahí la apreciación coyuntural del valor del peso frente a la moneda extranjera) y contener la demanda interna de bienes y servicios con los pesos disponibles Para ello hace emisiones de deuda con tasas de interés altas.
Magnitud de la deuda pública
Para tener una idea de el nivel excesivo del aumento de la deuda del Banco Central en nueve de los 12 meses de este año basta con medir sus niveles de compromiso absoluto en los años anteriores.
Las estadísticas oficiales indican que en los ocho años anteriores, de 2014 a 2021 la deuda del Banco Central creció de forma absoluta en un promedio anual de US$705 millones.
Entonces, si en solo nueve meses de 2022 ha aumentado en US$3,934.3 millones, implica un aumento de un 458% o, lo que es lo mismo, la deuda del Banco Central en los primeros nueve meses de 2020 se ha incrementado, en términos absolutos, en el equivalente a cinco veces y media (5.5) más que su promedio anual de los últimos ocho años, su mayor nivel histórico desde 1947.
En términos proporcionales, la deuda del Banco Central hace un año representaba el 23.4% de la deuda consolidada del Estado, mientras que nueve meses después su ponderación aumentó a un 26.2%, es decir, que ahora es más de una cuarta parte del total endeudado.
Esa tendencia provoca mayores pérdidas para el Estado o mayor tendencia a aumentar la propia deuda para cubrir los intereses. Esto así, porque la deuda del Banco Central es mayormente en pesos y paga tasas de interés que superan en más del doble el que pagan los compromisos en moneda extranjera. Entonces, para pagar esos intereses es necesario buscar más pesos que los que se requieren para la conversión en moneda extranjera y pago de los rendimientos que pesan sobre los compromisos externos del Gobierno Central.
Medidas
Las medidas de política monetaria aplicadas por el Banco Central en procura de contener la inflación no han surtido los efectos deseados y, en cambio, ha provocado un mayor endeudamiento de esa institución.
Esto así, porque el efecto real de contención de la inflación lo tuvo, de manera específica, la congelación de los precios de los combustibles, con un fondo de compensación o subsidio aplicado por el Gobierno Central, es decir, una medida de política fiscal, no de política monetaria.
Se estima que de no haber sido por el subsidio a los combustibles, la inflación sería entre cinco y siete puntos porcentuales mayor a como se registra en la actualidad, mientras que no hay estimaciones de la incidencia en ese indicador de las medidas del Banco Central.