(Bloomberg) — La crisis política de Perú amenaza con ampliar las divisiones en América Latina, y el gobierno de la presidenta Dina Boluarte dijo el miércoles por la noche que había recibido el respaldo de los gobiernos de Chile, Ecuador, Uruguay y Costa Rica.
Los comentarios tuiteados por la canciller Ana Cecilia Gervasi se produjeron pocos días después de que los gobiernos de izquierda de México, Argentina, Bolivia y Colombia apoyaran al derrocado presidente Pedro Castillo.
Gervasi también dijo que se reunió con embajadores de Estados Unidos y Canadá, quienes apoyaron al nuevo gobierno. El Ministerio de Relaciones Exteriores ha respondido previamente a los países que se oponen a Boluarte diciendo que la transición de poder obedeció a la constitución.
La canciller de Chile, Antonia Urrejola, “expresó su posición crítica ante el quiebre del orden democrático ocurrido el 7 de diciembre”, mientras que el ecuatoriano Juan Carlos Holguín acordó seguir trabajando para fortalecer las relaciones bilaterales, según las publicaciones en Twitter.
Louis Marcotte de Canadá dijo que su nación trabajaría con Boluarte “para fortalecer la democracia y la paz social en pleno respeto por los derechos humanos y el estado de derecho”, dijo Gervasi.
En Perú, el conflicto se profundiza. El gobierno declaró el miércoles un estado de emergencia en todo el país para tratar de sofocar las protestas de los partidarios de Castillo que querían la disolución del congreso y elecciones anticipadas. Al menos siete personas han muerto en los enfrentamientos. En ese contexto, el nuevo gobierno está ansioso por recibir apoyo internacional.
Perú también ha llamado a consultas a embajadores de México, Argentina, Bolivia y Colombia luego de los comentarios de su gobierno sobre la situación política local.
Boluarte fue nombrada por el Congreso luego de que su antecesor intentara disolver la legislatura y luego fue destituida el 7 de diciembre. Actualmente, los legisladores están discutiendo si adelantar las elecciones.
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