(Bloomberg) —La economía de Brasil se contrajo inesperadamente de acuerdo con la principal medida de actividad del banco central, lo que se sumó a las señales de que la demanda se está desacelerando luego de un ciclo de fuertes aumentos a las tasas de interés.
El índice de actividad económica del banco, un referente del producto interno bruto, cayó un 0,05% mensual en octubre, en comparación con la estimación mediana de una ganancia del 0,40% proyectada por los analistas en una encuesta de Bloomberg. Desde hace un año, la actividad aumentó un 3,68%, según datos publicados el miércoles.
Los banqueros centrales dirigidos por Roberto Campos Neto esperan que el ritmo de crecimiento se modere en los próximos trimestres a medida que los efectos completos de su agresiva campaña de ajuste golpeen la economía. La confianza del consumidor ya ha comenzado a caer y el crecimiento de los préstamos se ha ralentizado. Por otra parte, la inflación está disminuyendo y la tasa de desempleo más baja en siete años está ayudando a impulsar la actividad.
El congreso de Brasil está debatiendo un proyecto de ley que aumentaría el límite de gasto público en aproximadamente 145.000 millones de reales (US$28.000 millones) para financiar las promesas de campaña del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, incluidos los subsidios a los más desposeídos. Si bien los desembolsos elevarían la demanda, también pueden acelerar la inflación.
El banco central apunta a una inflación del 3,25% el próximo año y del 3% en 2024. La mayoría de los analistas prevé aumentos de precios al consumidor del 5,08% y el 3,5% en 2023 y 2024, respectivamente.