El Banco Central de Brasil se dispone a subir nuevamente el miércoles su tasa de interés de referencia en un punto porcentual, a 6,25%, para intentar contener una inflación creciente, estiman analistas e instituciones financieras.
Esta será la quinta vez consecutiva en el año que la autoridad monetaria aumente la tasa Selic, ubicada en 5,25% desde la última reunión de agosto, cuando el Central subió los tipos de interés un punto porcentual tras varias alzas menores.
La decisión, que será comunicada tras una nueva cita del Comité de Política Monetaria (Copom), ya fue anticipada en aquel momento por el organismo, al vislumbrar «otro ajuste de la misma magnitud» para este encuentro.
Un centenar de consultoras e instituciones financieras sondeadas por el diario económico Valor esperan que el Copom confirme su tesitura y lleve la tasa de referencia a 6,25% anual.
La inflación en Brasil marcó 5,67% entre enero y agosto, por encima del techo de la meta oficial, de 5,25%. En 12 meses a agosto, la suba de precios acumula 9,68%.
«Si miramos las cifras de inflación y las proyecciones entre la última reunión del Copom y esta última semana, la expectativa era de una intensificación del ajuste monetario, es decir, un alza más elevada de tasas», dijo Mauro Schneider, economista de MCM Consultores.
La última encuesta Focus difundida por el BC, que recopila estimaciones del mercado, ubicó en 8,35% la inflación para fin de año.
Pero el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, frenó las expectativas de un incremento mayor de tasas, al asegurar que el «plan de vuelo» de la institución tiene un horizonte de más largo plazo. El Banco Central «no tiene necesidad de reaccionar a datos de alta frecuencia», como el indicador mensual de inflación, explicó.
A comienzos de este año, las previsiones para la Selic rondaban el 3% hasta diciembre; ahora, el promedio es de 8,25%, según la encuesta Focus.
– Crecimiento «en riesgo» –
El BC comenzó a subir su tasa de referencia de política monetaria en marzo, luego de mantenerla en mínimos históricos para intentar impulsar el crédito y la inversión en una economía deprimida por la pandemia.
Jason Vieira, economista jefe de la gestora Infinity Asset, también ve una moderación del BC respecto de las expectativas del mercado, un cambio de postura «clave» en momentos en que la herramienta estaría perdiendo efectividad, afirmó.
«Las tasas actuales de inflación no son controlables por esta política monetaria» de ajuste, señaló. Y advirtió que el Banco Central debe atender otras variables como la tasa de cambio, que encarece insumos y bienes importados e impacta sobre los precios.
Algunos como Vieira temen que la suba de tasas frene la recuperación económica, y afecte el crecimiento, sobre todo el año próximo por su impacto diferido.
«El Banco Central ahora tiene que mostrar un poco más de parsimonia», de lo contrario «corre el riesgo de generar un efecto macroeconómico al punto de generar una contracción económica», concluyó.