La puesta en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta) entre 2004 y 2007 ha sido más favorable para la nación del norte que para los países de la región, que, en lugar de incrementar su competitividad, han visto deteriorarse su balanza comercial, aunque los volúmenes comercializables sean actualmente mayores.
Lo anterior se desprende de las estadísticas oficiales publicadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, en donde se aprecia que los países de la región que tenían balanza comercial positiva con Estados Unidos antes del DR-Cafta, ahora están en una notable desventaja.
Si bien en otros aspectos como la captación de inversión extranjera y la atracción de turistas, países como República Dominicana han aprovechado su relación con Estados Unidos, en lo relativo al intercambio comercial sólo Nicaragua muestra una balanza positiva, influida por tratamientos especiales.
En tanto que, las demás naciones firmantes (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y República Dominicana) tienen resultados desfavorables a la hora de analizar el impacto del DR-Cafta en sus balanzas comerciales frente a Estados Unidos (EE.UU.).
Más comercio en desventaja
Tomando como referencia el año 2004, cuando se firmó el DR-Cafta, pero no había entrado en vigencia, los cinco países de Centroamérica y República Dominicana tenían un intercambio comercial con Estados Unidos que sumó US$33,455.9 millones. En tanto que, para el pasado año 2021 el intercambio del bloque de países con Estados Unidos se colocó en US$68,673.1 millones.
Esas cifras indican que hoy día el intercambio comercial entre de CE y RD con Estados Unidos es prácticamente el doble. Sí, es así. Pero resulta que al analizar la balanza comercial, el incremento del comercio en términos absolutos, se torna en desventaja para la región en términos competitivos.
Esto así, porque en 2004 la balanza comercial de CA y RD con Estados Unidos era en una proporción de 54.3 a 45.7 favorable para la región, mientras que, ya para el año pasado, se había invertido en una proporción de 45.3 a 54.7 favorable para Estados Unidos.
Solo Nicaragua es el país firmante del DR-Cafta que mantenía, y aún mantiene, una balanza comercial positiva con Estados Unidos, mientras los demás, pasaron de posiciones favorables a ocupar puestos de desventaja comercial. Además, Nicaragua no es tan representativa, tomando en cuenta que su intercambio comercial con Estados Unidos es de los más bajos junto con el de El Salvador, aunque con balanzas inversas.
En 2021 Nicaragua tuvo un intercambio comercial con Estados Unidos por valor de US$6,808.8 millones, de los cuales 68.3% fue exportaciones y 31.7% fue importación. En tanto que El Salvador, con un intercambio en valores parecido (US$6,634.8 millones) registró una balanza inversa a la de Nicaragua con 37.9% de exportación y 62.1% de importaciones desde Estados Unidos.
En tanto, República Dominicana y Guatemala son las naciones que han visto deteriorarse más su balanza comercial con Estados Unidos desde la entrada en vigencia del DR-Cafta a la fecha, con proporciones relativas de 37.2 a 62.8 y 36.6 a 63.4, respectivamente, favorables para Estados Unidos.
En 2004 ambas naciones, como Costa Rica y Honduras, exportaban más de lo que importaban desde EE.UU.
El Acuerdo y el fin de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe
Entre las razones que permitieron a República Dominicana y Centroamérica aumentar sus exportaciones hacia Estados Unidos con balanza comercial positiva está el aprovechamiento de la llamada Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), promovida por esa nación mediante ley y puesta en vigencia el 1 de enero del año 1984.
Era un programa económico con facilidades arancelarias y de comercio, con el fin de dar un impulso a la economía regional permitiendo la entrada de productos de esas naciones a Estados Unidos libres de tasas arancelarias.
Pero la entrada en vigencia del DR-Cafta a partir de 2007 cambió esas condiciones y era necesario diseñar nuevas estrategias competitivas para conquistar otras áreas del mercado norteamericano, bajo condiciones distintas a la ICC.
Pero eso también coincidió con la terminación del Acuerdo de Textiles y Vestuarios (ATV) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Eso implicó que las economías compitieran más abiertamente con países como China e India, cuyas exportaciones a Estados Unidos dejaron de tener restricciones y competían directamente con las de CA y RD, especialmente en el sector de zonas francas.