Altos ministros del Caribe acordaron aproximarse a países más industrializados para pedirles establecer un fondo de compensación para países afectados por la crisis climática, separando un 2% de las exportaciones de petróleo.
Así lo establecieron estos altos funcionarios en una reunión la noche del miércoles, tras culminar un encuentro especial de dos días en Bahamas sobre cambio climático de los jefes de Gobierno del Caribe.
Estos altos ministros decidieron reunirse de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, conocida como COP27, que tendrá lugar el próximo noviembre en Egipto.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, fue quien propuso la idea de las compensaciones futuras y que se debería crear un fondo para ayudar a los territorios caribeños ante la crisis climática.
“Yo no hablo de cambio climático, sino de crisis climática, porque esto es una crisis y ustedes en Bahamas lo saben por su experiencia con el huracán Dorian”, dijo Mottley al recordar el devastador paso de dicho ciclón de categoría 5 por el archipiélago atlántico en 2019.
Por su parte, Philip Davis, primer ministro de Bahamas -sede del encuentro local- agregó que uno de los temas que se deben discutir ante los países más desarrollados es el de daños y pérdidas que han sufrido los territorios caribeños debido a la crisis climática, mayormente por el paso de tormentas y huracanes.
“Queremos asegurarnos que dichos países presten atención a lo que discutamos y se logren soluciones en el COP27”, sostuvo.
“Mi optimismo cauteloso se debe a que los países desarrollados continuamente nos ignoran y nos zapatean”, agregó.
Otros países representantes fueron Antigua y Barbuda, Anguila, Belice, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Caimán, Cuba, Dominica, República Dominicana, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago y las Islas Turcas y Caicos.
Asimismo, el primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, añadió que el tema de la crisis climática ha ido más allá de ser una “situación moral a una de justicia”.
“Pienso que como islas que han nacido con el embate de los daños y las pérdidas que surjan de las emisiones de gases, debemos tener derecho a una compensación”, dijo.
“Intentaremos de hacer todo lo posible a través de nuestro poder colectivo en asegurarnos que nuestros derechos, entre ellos, el de tener calidad de vida, que sea meritoria, sustentable y fomentada”, agregó.
Según proyecciones del Banco de Desarrollo Interamericano, las pérdidas provocadas por la crisis climática en el Caribe pueden llegar a estimarse en 22.000 millones de dólares anuales durante la década de 2020, equivalente al 10 % de la economía actual de la región.