Apple pedirá el miércoles a un juez federal que desestime el caso del Departamento de Justicia de EU que acusa al fabricante del iPhone de dominar ilegalmente el mercado de teléfonos inteligentes, en el último enfrentamiento antimonopolio de las grandes tecnológicas.
El juez federal de distrito Julien Neals en Newark, Nueva Jersey, tiene previsto escuchar los argumentos de los abogados de Apple y de los fiscales que dicen que la compañía bloquea a los usuarios y mantiene a la competencia fuera al limitar la interoperabilidad entre el iPhone y las aplicaciones y dispositivos de terceros.
Apple ha tomado medidas para desestimar el caso, diciendo que sus limitaciones al acceso de los desarrolladores a su tecnología eran razonables, y que obligarla a compartir tecnología con los competidores enfriaría la innovación.
Los casos antimonopolio contra las grandes empresas tecnológicas son una tendencia bipartidista. El caso contra Apple comenzó durante el primer mandato presidencial de Donald Trump y se presentó durante la administración del presidente Joe Biden.
En otros casos, se descubrió que Google tenía un monopolio ilegal en las búsquedas en línea, Meta Platforms enfrenta un juicio por acusaciones de que sofocó la competencia al adquirir rivales advenedizos, y Amazon.com está peleando un caso sobre sus políticas hacia vendedores y proveedores.
Apple ha tomado medidas para desestimar el caso
Pero algunas afirmaciones, como las que están en el corazón del caso de Apple, finalmente han fracasado.
Un juez desestimó la demanda de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) contra Meta por las restricciones de la plataforma de redes sociales a los desarrolladores de aplicaciones de terceros.
En el caso de búsqueda de Google, el juez rechazó una afirmación de que Google debería haber hecho más para acomodar a los anunciantes en el mercado de Microsoft.
Apple citó el fallo en su propio caso, diciendo que muestra que retener el acceso a la tecnología no debe considerarse anticompetitivo.
La demanda de Apple presentada en marzo por el Departamento de Justicia y una coalición de estados apunta a las restricciones y tarifas para los desarrolladores de aplicaciones, y a los obstáculos técnicos para dispositivos y servicios de terceros, como relojes inteligentes, billeteras digitales y servicios de mensajería, que competirían con los suyos.
Si el juez considera que las reclamaciones son plausibles, se permitirá que el caso avance.