Jens Weidmann, gobernador del Bundesbank (banco central de Alemania), quiere que el nacimiento del euro digital sea a pequeña escala y con limitaciones para no crear grandes disrupciones en la banca y el sistema financiero en general. El banquero alemán cree que el camino del euro digital debe ser progresivo e ir ampliando su uso a medida que se vaya viendo el impacto que tiene sobre la banca.
«Un enfoque gradual podría tener sentido dados los riesgos involucrados, eso significa un euro digital con un conjunto específico de características y la opción de ir sumando más funcionalidades más adelante», ha comentado Weidmann en una conferencia.
Hay que recordar que el BCE dio luz verde al euro digital a principios de este verano, aunque el lanzamiento real de la moneda aún podría llevar unos cinco años. Esta divisa digital viene a cubrir el espacio que está dejando el dinero en efectivo, cuyo uso se ha reducido sobremanera en los últimos tiempos. El euro digital será como un euro físico (billetes y monedas), pero mucho más versátil y, obviamente, digital.
El euro digital se encuadra dentro de las conocidas como CBDC (central bank digital currency). Una buena parte de los bancos centrales del mundo están estudiando el lanzamiento de sus divisas digitales para mantener el control de un sistema monetario que tiene cada vez más competencia.
El riesgo de pánico bancario
Entre sus preocupaciones, Weidmann ha argumentado que en tiempos de crisis, los consumidores podrían apresurarse a convertir sus depósitos bancarios en dinero del banco central, desestabilizando el sistema financiero al retirar una fuente clave de financiación.
No es la primera vez que Weidmann advierte sobre estos riesgos. En un discurso pronunciado a finales de 2020, el banquero alemán explicó de forma similar que «incluso si los depósitos en los bancos fueran más atractivos para los consumidores que el euro digital en tiempos normales, por ejemplo debido a los intereses que pagan, ¿qué pasaría en tiempos de crisis sistémica? Una CBDC sería un refugio seguro para los consumidores. Si su preferencia por la seguridad superara a todos los demás incentivos, los consumidores podrían cambiar sus fondos instantáneamente, lo que podría facilitar una corrida bancaria», sentenció el banquero.
Fuente: El Economista